viernes, 8 de noviembre de 2013

REACCIONES DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES EN SITUACIÓN DE CRISIS

“La textura del futuro está hecha de niños.”
Alberto Morlacheti
En las situaciones de desatres una de las poblaciones más afectadas son los niños, ya que muchos de ellos pueden quedar en estado de abandono o estar expuesto a peligros ante la situación vivida.
En situaciones de riesgo es necesario prevenir e intervenir.
En la prevención se debe:
Informar a los adultos para que conozcan acerca del tema, desarrollen estrategias de prevención y afrontamiento ante las distintas circunstancias que puedan acaecer, las cuales deben ser puestas en práctica por los niños, niñas, adolescentes y adultos. Todo ello con el fin de potenciar su aprendizaje y aplicación, inclusive en situaciones de alto estrés emocional, y facilitar la sensación de control ante dichas situaciones.
Y después del desastre ocurrido se debe INTERVENIR:
No debemos ignorar al niño o ignorar lo ocurrido, la mejor forma de intervención es la comunicación constante y hacer entender al niño que es el parte de una familia y que no esta solo.

Es importante entender que no todos los niños, niñas y adolescentes reaccionan de igual manera, de ahí que es preciso conocer sus necesidades y emociones particulares, interpretarlas de modo adecuado en base a su edad, características personales y de la situación vivida e intervenir oportunamente, sabiendo que es esperado la presencia de reacciones psicoemocionales y que a medida que se establezca una nueva normalidad, los síntomas irán disminuyendo.
Algunas respuestas esperadas de los niños y niñas tras un desastre son:
·         Apegarse a los padres o cuidadores
·         Ansiedad de separación
·         Miedo a los extraños(as)
·         Juego compulsivo y repetitivo que representa parte de la experiencia de desastre.
·         Regresionamiento a conductas ya aprendidas, tales como poco control de esfínteres, chuparse el dedo.
·         Llorar y gritar.
·         Retraimiento, no querer estar con otros niños ni ver objetos asociados al desastre.
·         Resentimiento, sospecha e irritabilidad.
·         Dolores de cabeza, de estómago y dolores imprecisos.
·         Problemas en la escuela, dificultades para concentrarse.
·         Sentimientos de vergüenza. 
Establecer una comunicación que permita la expresión de preocupaciones, emociones, vivencias va a ayudar a resolver dudas, conocer cuán afectados están, y por ende mitigar el impacto que pueda tener estos sucesos en su desarrollo y salud mental (UNICEF, 2011, p. 41).
Reacciones ante situaciones de emergencia y desastres
Edad de desarrollo
Reacción

Del nacimiento a los 2 años de edad
Al no poder hablar, los niños no pueden describir lo que han vivido y tampoco expresar sus sentimientos respecto a esto. Pero esto no quiere decir que no hayan sido impactados emocionalmente, ya que pueden recordar imágenes, sonido u olores. Cuando crecen estos recuerdos pueden aparecer en determinadas circunstancias, como por ejemplo, cuando están jugando. En el caso de los bebés, es posible que se irriten con mayor facilidad, lloren con más frecuencia y necesiten ser lazados y abrazados más seguido. (El MINSA y la UNICEF, 2009 p. 41 )
Preescolar y jardín de infantes
Los niños pueden sentirse indefensos, impotentes e incapaces de protegerse a sí mismos; de igual modo, tienden a sentirse inseguros y expresan miedo a quedarse solos, suelen creer que las consecuencias pueden revertirse, realizan conductas regresivas, tienen problemas para dormir, como pesadillas, miedo a dormir y no despertar, hay aumento o disminución del apetito y miedo a los extraños. El abandono es su mayor temor, por lo que se sugiere asegurar a los niños que se les cuidará y no se les abandonará (MINSA y UNICEF, 2009 p. 31).

Edad escolar
Entienden el efecto de una pérdida tras un acontecimiento traumático, pueden querer hablar sobre dicho acontecimiento con frecuencia. Se parecía dificultad para concentrarse, bajo rendimiento escolar, irritabilidad, agresividad, llanto, deseo de no asistir al colegio, conducta regresiva, se quejan de malestar físico (MINSA y UNICEF, 2009 p. 32).
Pre adolescencia
Su entendimiento del desastre es más completo, manifiestan alteraciones del sueño, del apetito, se muestran rebeldes, se rehúsan a cumplir con las tareas, se expresan sentimientos de fracaso y enojo, conductas regresivas y malestar físico (MINSA y UNICEF, 2009 p. 32).

La adolescencia
Se caracteriza por el temor a perder a sus familiares, pueden adoptar conductas adictivas, se muestran agobiados, manifiestan síntomas psicosomáticos, depresión, confusión, dificultad para concentrarse, alteraciones del apetito o del sueño, agitación o disminución de la energía, se pueden presentar conductas delictivas (MINSA y UNICEF, 2009 p. 33).

Podemos ver también en infantes que las reacciones al no poder expresar por medio de la comunicación verbal lo vivido, lo demuestran de manera fisiológica incluso meses después de lo ocurrido.

CONCLUSIONES:
La atención a niños en situación de emergencia y desastre es necesaria, ya que al estar en una etapa de desarrollo biopsicosocial, la inadecuada intervención podría ocasionar trastornos a largo plazo y sería una negligencia contra la vida humana.
El futuro de la sociedad son los niños, pero si los dejamos de lado e ignoramos lo sucedido, que podemos esperar en un futuro de nuestra sociedad.

Referencias bibliográficas:
·         UNICEF. (2011). Para reconstruir la vida de los niños y niñas: Guía para apoyar intervenciones psicosociales en Emergencias y Desastres. Recuperado de: http://www.unicef.org/peru/spanish/GuiaparaapoyarintervencionespsicosocialesenEmergenciasyDesastres.pdf
·         UNICEF y MINSA. (2009). Guía para la intervención integral de salud mental para prestadores de servicios de salud en situaciones de emergencias y desastres. Recuperado de: http://bvs.minsa.gob.pe/local/PROMOCION/776_PROM35.pdf

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